Érase una vez un niño llamado Miguel al que le
gustaba mucho el rap.
Tenía ojos azules, pelo rubio y siempre llevaba
una gorra hacia atrás.
Vivía en Logroño, pero su familia se mudó y se
fueron a vivir a Gijón al barrio de Jove.
El camino desde su nueva casa al colegio no tenía
aceras, cada día Miguel tenía que esquivar los coches para que no le
atropellasen. Hasta que un día se cansó ¡Ya no doy a basto! y decidió contárselo
a todos cantado un rap.
¡En el colegio de Jove no hay aceras y casi me
atropellan!. En el colegio les gustó
mucho el rap y dijeron que había que grabarlo. Así que Miguel se puso a cantar
y grabó su rap en el ordenador. Lo mandaron a la radio y la canción se hizo tan
famosa que llegó a ser número 1 en todas las listas de radio.
Pasados unos días, el Ayuntamiento arregló los
caminos y puso aceras y decidió nombrar a Miguel pregonero de la fiestas de la
ciudad.
Pelayo Alonso Cabezas 5º Primaria
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