María es una niña de 7 años que vive con su abuela y le gusta mucho pintar. La abuela, como es mayor no la puede acompañar al colegio y como el camino no tiene aceras, se asusta mucho cuando pasan los coches.
Un día, yendo al colegio un coche se despistó y casi la atropella , llegó muy asustada y llorosa, el profesor le preguntó qué le pasaba y María entre lágrimas le contó lo que le había pasado. Entonces el profesor le dijo que había que hacer algo porque era muy peligroso.
Y en ese momento a María se le ocurrió una idea extraordinaria . La idea que había tenido era ir pintando huellas amarillas desde su casa hasta el colegio, pero antes tenía que pedir permiso a la alcaldesa, así que por la tarde fue a hablar con ella y le contó su idea, a la alcaldesa le gustó mucho la idea y aceptó, entonces, María, se puso a pintar las huellas que iban desde su casa hasta al colegio, de modo que todas las personas que las siguieran, verían que el camino no tiene aceras para ir al colegio.
La idea fue un éxito ya que no solo ella sino más niños y niñas caminaban cada día siguiendo las huellas. Los coches al ver las huellas se apartaban para dejar el camino libre.
Una semana después, María recibió una carta de la alcaldesa, diciendo que le había encantado su trabajo y gracias a eso consiguió que pusieran aceras en todo el camino. Las aceras llevaban pintadas las huellas de María.
Entonces, muy contenta se lo contó a todos sus compañeros y a su abuela, orgullosa de su trabajo. Todos la felicitaron y se sintió muy feliz.
Llara García Cantos 5º de Primaria
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